Artesanía

El Barro

>>    El trabajo del barro en Lanzarote, con una amplia gama de objetos que incluye reproducciones de objetos aborígenes, ollas, tarros, figuras..., tiene una merecida reputación en el resto de Canarias por la notable calidad de sus trabajos.

Para este prestigio ha sido determinante, junto a la belleza de sus diseños, el que buena parte de la cerámica siga la tradición aborigen del urdido, que prescinde del uso del torno en la elaboración de las piezas.

El núcleo de creación alfarera más importante fue El Mojón, luego trasladado a Muñique. De este núcleo la figura más destacada era la de Dorotea Armas, ya desaparecida, que ayudó a transmitir las viejas técnicas.

El trabajo del barro de tradición aborigen se realiza a base de “churros” o cordones gruesos de barro, y aún se mantiene en otras Islas y en el Norte de África. Se comienza ahuecando un trozo de barro al que se da forma hasta conseguir el fondo, y luego se forma la pieza con los churros de barro, que se añaden con una mano mientras que con la otra se hace girar la pieza.

En algunas piezas se puede encontrar el añadido del almagre para realzar el tono rojo de la pieza e impermeabilizarla, o bien el de un engobe que proporciona cierto color amarillento. Cuando se acaba la pieza se introduce en el horno, aunque antes se cocía en una simple hoguera.

En la actualidad se utiliza también el horno, cuyo uso no menoscaba la calidad de los diseños, que abarcan desde reproducciones aborígenes hasta ceniceros.